sábado, 9 de septiembre de 2017

DEBILITAR A UN PRESIDENTE


El argumento es tan obvio que se antoja simple o, mejor dicho, pensado para mentes simples: si en política lo que se quiere es ganar, porque gobernando es como se pueden cambiar las cosas hacia lo que se considera mejor, ¿a qué viene someter a primarias a quien está ya en el gobierno? ¿No se desatan con ello tensiones innecesarias que de modo inevitable influirán negativamente en la acción de gobierno, en la autoridad misma del presidente de gobierno propuesto y apoyado por los parlamentarios votados en las listas del propio partido? Más o menos esto es lo que se puede estos días leer o escuchar a más de un amigo, y lo que abiertamente plantea Emiliano García Page al presentar su candidatura para Secretario General en el proceso de primarias que acaba de abrirse en el PSOE de CLM (aquí el vídeo oficial): desde el respeto a los debates y las alternativas, advierte que una cosa fue lo que se ventiló en Madrid (con lo de Pedro Sánchez y Susana), y otra, lo que aquí nos jugamos ("Aquí estamos gobernando y nos jugamos ni más ni menos que acabar en condiciones la legislatura, rematar el programa  comprometido con los ciudadanos y llegar en condiciones de revalidar el gobierno."). Y concluye: "La mejor manera de ayudar a Pedro Sánchez para llegar a la Moncloa es que aquí ganemos las elecciones municipales y autonómicas y demos testimonio directo en la gestión de cómo cambian las cosas según quién gobierna, y que apoyando y haciendo fuerza y política social, electoral, institucional,  ayudemos a Pedro Sánchez a ser Presidente del Gobierno".
La reacción, casi espontánea, es otra pregunta: si la cosa es tan obvia y fácil de entender ¿cómo es que los militantes del PSOE, reunidos hace escasas fechas en su XXXIX Congreso Federal, y estando todos, es de suponer, deseosos de acertar con lo mejor para el papel de su partido en España, no cayeron en ella?  Podían haber aprobado una norma de excepción nada complicada: que no hubiera primarias para Secretario General cuando el que ya lo fuere ejerciera además de Presidente del gobierno de España o de la Comunidad Autónoma correspondiente. Pero no sólo no ha sido así, sino que, sin pararse a hacer excepciones que bien podían haber sido fruto de una enmienda inteligente, el XXXIX Congreso ha proclamado lo siguiente:
"Las Primarias significan un avance cualitativo en la legitimación democrática de los candidatos y una prueba inequívoca del compromiso del PSOE de cambiar la forma de hacer y entender la política. Las Primarias han de formar parte del nuevo modelo de partido, más abierto a la sociedad y sus problemas, que impulse nuevas dinámicas de trabajo colectivo y fórmulas de colaboración ciudadana y que estimule entre la mayoría social la acción y la capacidad transformadora frente a un sistema injusto que causa profundas desigualdades y exclusiones. Las Primarias se desarrollarán con criterios de igualdad, transparencia, lealtad y sin descalificaciones; son una oportunidad única para el debate de ideas ante la sociedad. De ahí que uno de nuestros objetivos es que las Primarias abiertas se conviertan en una escuela de democracia ciudadana" (Resoluciones 39 Congreso Federal. Comisión 3 Modelo de Partido, pág. 143).
Las primarias no son una solución; son una invitación a que todos y cada uno nos comprometamos en cambiar lo que a muchos no nos gusta y, según parece, a buen número de votantes tampoco. Ni más ni menos: este PSOE, que se pretende nuevo, tiene como uno de sus objetivos que las primarias se conviertan en una escuela de democracia ciudadana. Y tiene que lograrlo. Primero, haciéndolas. Luego, haciéndolas bien. Y por último, haciéndolas cada vez mejor. Con criterios de igualdad, de transparencia, de lealtad y sin descalificaciones.
Me ha extrañado oír argumentar a Emiliano del modo en que lo ha hecho en  la presentación de su candidatura. Él mismo ha sido Consejero durante años de gobiernos cuyo Presidente, siempre el mismo, Pepe Bono, no era Secretario General del PSOE castellano-manchego, y no hubo, que sepamos, problemas especiales: desde el año 1990 el Secretario General del PSOE fue Juan Pedro Hernández Moltó, y a éste le sucedió en 1997 José María Barreda. Es verdad que entonces no se llegaba a Secretario General por votación directa de los militantes, por primarias, sino a través de lo que el vulgo llama mesa-camilla (donde no caben más de tres o cuatro personas) y los más refinados conocen como cooptación.  Pero el caso es que no hay constancia de que el Presidente Bono se sintiera debilitado por la presencia de un Secretario General del partido que no era él mismo.
Y luego está lo de ganar elecciones para ayudar a que otro gane. Hay estudios sobre lo escaso que puede ser el número de votos que añade o quita una personalidad determinada, en ocasiones muy notable, al atractivo o el rechazo que inspira un partido.  Como el caso más notorio de nuestra historia democrática suele citarse el de la descomposición de UCD y el naufragio político del tan valorado Adolfo Suárez. Pues bien, el PSOE de CLM no va bien. Por ceñirme a los ámbitos y tiempos en que Emiliano García Page ha sido  Secretario General del partido, los datos son los siguientes:
1) En la provincia de Toledo, mientras Emiliano fue su responsable provincial entre el año 1997 y el año 2012, el PSOE obtuvo los siguientes resultados electorales :
       A. En las elecciones generales: el 41,77 % de los votos en 1996, y el 29,24 % de los votos en 2011;
       B. en las elecciones autonómicas: el 48 % de los votos en 1995, y el 42,33 % de los votos en 2011;
        C.  en las elecciones municipales: el 39,52 % de los votos en 1995, y el  39,88  % de los votos en 2011;
        D. y en las elecciones europeas: el 37,18 % de los votos en 1994, y el 38,3 % de los votos en 2009.
2) En Castilla-La Mancha, siendo Emiliano el Secretario General regional desde el año 2012, el PSOE ha obtenido los siguientes resultados electorales:
       A. En las elecciones generales: el 30,34 % de los votos en 2011, y el 27,31 % de los votos en 2016;
        B. en las elecciones autonómicas, el 42,33 % de los votos en 2011, y el  36,94 % de los votos en 2015;
       C.  en las elecciones municipales, el 39,88 % de los votos en 2011, y el 37,80 de los votos en 2015;
        D. y en las elecciones europeas: el 39,93 % de los votos en 2009, y el 28,73 % de los votos en 2014.
Los datos no son como para estar satisfechos. Pero tampoco soy partidario de avalanchas de especialistas demoscópicos improvisados como la que le cayó encima a Pedro Sánchez para proclamarlo a todos los vientos, tras los resultados de las elecciones generales de 2015, como culpable de en menos de dos años haber llevado al PSOE al desastre: "el peor resultado de su historia", habrá oído y leído por todos los rincones de esta España nuestra cualquier lector que haya llegado a este punto de mi reflexión. No pienso así. Ni en el caso de Pedro Sánchez entonces, ni en el de Emiliano García Page ahora. Sencillamente creo, juntamente con la inmensa mayoría de la gente con la que hablo sobre el tema, que el PSOE se "ha dejado muchos pelos en la gatera". Han sido muchos años de grandes responsabilidades en el día a día, y al final el instrumento, el gobierno, se acaba convirtiendo en el fin. Como "el que la lleva la entiende", los mismos han de estar en las instituciones, en los cargos orgánicos, en los órganos ejecutivos y en los de control, y cuando se encuentran forman corrillos en los que sobramos los demás.
Un ejemplo reciente e importante hemos vivido Castilla-La Mancha. El Presidente García Page ha formado un gobierno junto con Podemos. Las resoluciones del XXIX Congreso le ponían en bandeja la oportunidad de explicar a los militantes de su partido (y a través de ellos a toda la ciudadanía) las virtudes y los límites del acuerdo en que se ha basado su decisión. No ha sido así.  Todo lo que se nos ha explicado se ha ceñido a un "acuerdo presupuestario". Pero la realidad es que, cuando alguien me pregunta por qué para un acuerdo presupuestario ha habido que crear una Vicepresidencia y una Consejería, con su organigrama y sus competencias correspondientes, y entregarlas a Podemos, yo no tengo argumento ninguno. Es más, si un docente me dice que gracias a que ha entrado Podemos en el Gobierno de la Junta se va a reducir la carga de horas lectivas del profesorado, ya que hace tan sólo días el Consejero de Educación decía que eso era imposible por ahora, no tengo razones con que enriquecer la discusión. Y estamos hablando, nada menos, que del PSOE y de Educación. Y también me deja intranquilo que se sienten ahora en el Gobierno de la Junta personas respecto de las que, según el Portavoz de ese Gobierno hace unos meses, “solo te puedes sentir traicionado… La sensación es que [en Podemos] se lo toman a broma. Se la bufa el futuro de Castilla-La Mancha”. ¿No hubiera sido mejor contar con un montón de militantes y votantes del PSOE que compartieran inteligentemente los motivos de este gobierno de los dos partidos?
"Corruptio optimi, pessima" ("la corrupción de lo mejor, la peor"): esta máxima puede explicar en parte lo que sucede. Y la respuesta solamente es una: hay que abrir las ventanas y dejar que entre aire fresco, recuperar lo mejor, remontarse de nuevo a los principios inspiradores. Repensar lo óptimo.
En este sentido me gusta la postura humilde, más de escucha que de mitin, del "impuntual trabajador de Renfe", el actual Alcalde de Azuqueca. Creo que llegan a tiempo personas como él, que no vienen con varitas mágicas sino con ganas de convocar a muchos. No tiene más poder que el que entre todos le demos.















lunes, 4 de septiembre de 2017

¿Aviso o amenaza?


Uno de los paseos más recomendables de Toledo es el que abraza su Casco Histórico siguiendo el curso del Tajo, en parte suspendido entre la Ronda de la Cornisa y el propio lecho del río, desde el nuevo Puente de Alcántara hasta la Plaza de Andaque.
Pues bien, nada más entrar en esa estrecha senda, robada en buena parte a la roca, se encuentra uno con este cartel, que vuelve a sorprenderlo tres veces más:

Su interpretación, sea cual fuere la vía exegética que uno escoja, sólo te deja una cosa segura: que hay desprendimientos. A partir de ahí puedes elegir: "Cuidado, te puedes matar", o "Tú verás lo que haces, nosotros te lo hemos advertido", o también "Mejor que no pases"; pero, como uno va empeñado (nunca mejor dicho) en seguir, piensa: "Bueno, ¡exageraciones!".

El tramo forma parte del Camino Natural del Tajo occidental, en concreto de su Etapa 21: Villamejor - Toledo, y en la web oficial, cuyo link es http://www.mapama.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/caminos-naturales/, se dice de él: "... desde este punto (Puente de Alcántara nuevo) la senda dobla a la izquierda accediendo a la ruta de Don Quijote. Esta es un espectacular paso colgante por los acantilados que existen entre el río y la ciudad, constituyendo un paseo de excepcional belleza."
En la misma página oficial se explica respecto de la Red de Caminos Naturales, que "desde el año 1993 el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha construido, dentro del Programa de Caminos Naturales, aproxidamente 9.461 kilómetros de caminos naturales a lo largo de toda la geografía española.
En colaboración con otras administraciones territoriales que se encargan a posteriori de su mantenimiento, los caminos naturales construidos por el Ministerio sobre antiguas infraestructuras de transporte y dedicados a usos senderistas, ciclistas y ecuestres, permiten el acercamiento de la población al medio natural, promoviendo el conocimiento de la naturaleza y los paisajes, así como el desarrollo rural."
Con esta literatura no me queda muy claro quién me avisa o amenaza con el letrero de marras, ni tampoco ante quién podrían reclamar mis herederos si un día una roca desprendida, amenazante siempre pero ahora ya incluso avisada, castigara mi notoria osadía.




domingo, 20 de agosto de 2017

Empeñados en perder

Ayer sábado 19 de agosto me reuní con unas decenas de compañeros del PSOE de CLM para un "acto político". El sitio fue un bar-restaurante a las afueras de Toledo, cuyo dueño nos dio cobijo en una agradable terraza por una primera consumición "forzosa" de 2 € por cabeza.
El acto consistió en que el alcalde de Azuqueca de Henares (que es el segundo municipio de la provincia de Guadalajara y el noveno de toda Castilla-La Mancha), el compañero José Luis Blanco, llevó a cabo lo que él llama una "escucha activa" para ver (esto lo digo yo) si los militantes del PSOE de CLM  quieren, y en qué condiciones, un cambio en su dirección regional. 
Primeramente el acto había sido convocado en la Casa de la Cultura de Bargas, pero el día antes, viernes, avisaron de que se trasladaba al bar-restaurante descrito. En su transcurso pregunté qué había pasado para que fuera necesario ese traslado, y entonces me entregaron, como explicación, el papel que fotografío, en el que el Ayuntamiento de Bargas deniega la cesión de cualquiera de las instalaciones públicas que le había sido solicitada para un "acto político" el pasado día 6 de agosto.
Merece la pena analizar, aunque sea brevemente, lo que este papel implica.
1. El solicitante de las instalaciones es, aparte de vecino de Bargas, un muy notable ciudadano y necesariamente conocido del equipo de gobierno municipal, ya que fue en su día alcalde de Melilla (1983-1991) y luego senador socialista (1993-1996).
2. El firmante del escrito de denegación es el segundo teniente de alcalde, que, además, ocupa en la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas de la Junta nada menos que el cargo de Director General de Presupuestos. Digo "nada menos" porque los Presupuestos son considerados la ley de leyes de cada ejercicio económico, y de hecho, cuando uno  lee las competencias y responsabilidades que esta Dirección General tiene, se asusta al imaginar que su titular pueda despachar cualquier asunto pertinente a las mismas con un escrito parecido al que en este caso firma como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Bargas.
3. El alcalde de Bargas es profesionalmente Secretario de Administración Local, es decir garante del cumplimiento de la legalidad por parte de quienes gobiernan la administración local ¿Cómo puede permitir que en el escrito que firma su teniente de alcalde no se haga alusión alguna a una ordenanza municipal, a un plazo administrativo, sino que todo suene a un ahora te digo que no, pero mañana te diría que sí porque ... así me sale así de mi criterio? Pero es que, además, desde hace un par de años el alcalde de Bargas trabaja también como alto cargo en las Cortes de Castiila-La Mancha: es Director o Jefe del Gabinete del Presidente de las mismas.
4. El Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha es a la vez, nada más y nada menos, que Secretario de Organización del PSOE de CLM. En su condición de tal (de lo segundo) no ha ocultado sus simpatías ni su peculiar estilo en los avatares por los que ha pasado la vida del PSOE en los últimos tiempos (baste esta perla http://www.eldiario.es/clm/PSOE-Castilla-La-Mancha-Pedro-Sanchez_0_564143671.html, donde no se recata de hablar de un "plan oculto" del actual Secretario General del PSOE como vendepatrias). Y en su condición primera, la de Presidente de las Cortes, es el jefe directo del que cuando aparece por Bargas es alcalde de este municipio ¿Es descabellado pensar que en algún que otro momento el Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha se sorprenda a sí mismo haciendo de Secretario de Organización de una Comisión Ejecutiva en la que está desde hace 26 años?

Finalmente me vine para casa con una triple sensación: por un lado me alegró conocer en persona a José Luis Blanco, alcalde de Azuqueca, y escuchar sus reflexiones; coinciden con las que me llegan de infinidad de socialistas, militantes o no. Luego, a esa alegría inicial se unió una convicción esperanzada: quienes (compañeros o no) utilizan tan tozuda como torpemente los instrumentos tan potentes que pone en sus manos la sociedad, es que han perdido el norte. Están a punto de perder. Es necesario que pierdan. Y, finalmente, me venían insistentemente a la memoria imágenes del PSOE de otrora: Gregorio Peces Barba o Félix Pons dándose de baja en los órganos del PSOE al acceder a la Presidencia de las Cortes Españolas.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Barcelona '92: ni solo Barcelona ni solo deporte olímpico



Cuando el 9  de agosto de 1992 se clausuraron los Juegos Olímpicos de Barcelona, los extranjeros, atletas o no, volvieron a sus casas con una idea de España, no cabe duda, mejorada. Lo que habían vivido les hablaba de un país creativo, dotado de rigor organizativo, con unas autoridades capaces de coordinarse en torno a un proyecto exigente y, además, de una sociedad deportivamente relevante: si en los Juegos de Seúl '88 y de Los Ángeles '84 España había conseguido una medalla de oro en cada uno de ellos y un total de, respectivamente, 4 y 5 medallas, en esta ocasión  su puesto era el sexto en medallas de oro (13) y el décimo en el medallero global (22 medallas).
Pero para los españoles, además, aquel espectáculo y aquellos resultados tenían otro sesgo: al volver el lunes 10 a la vida ordinaria de sus pueblos y ciudades, deportistas o no, se encontraban con un país que en lo deportivo había dado en unos años un gran salto, hasta niveles de modernidad. Lo resume bien el estudio de Manuel García Ferrando "Veinticinco años de análisis del comportamiento deportivo de la población española (1980-2005)" (RIS Vol. LXIV mayo-agosto 2016): en referencia siempre a personas entre 15 y 65 años, en 1980 los españoles con mucho o bastante interés por el deporte eran un 48 % y los que practicaban uno o varios deportes un 25 %; en 1990 los españoles con esa clase de interés habían pasado a ser un 65 % y los que practicaban uno o varios deportes un 35 % ¿Qué había favorecido un cambio tan notable en esa década? Sin pretensiones de exhaustividad ni de jerarquización, los hechos que siguen.
Las competencias en materia de fomento del deporte, incluidas la planificación y construcción de instalaciones deportivas, habían pasado a las Comunidades Autónomas, y los Ayuntamientos dedicaban una especial atención al servicio público deportivo, en muchos casos con la asistencia de las Federaciones. En España, por fin, había dejado de ser una rareza que el ciudadano corriente pudiera acudir a una piscina climatizada, tuviera cerca un pabellón polideportivo cubierto o frecuentara una pista de atletismo.
En las escuelas (en todas, y no sólo en las de pago) los niños tenían profesores especialistas en Educación Física. Y los que más tarde serían licenciados universitarios en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que al inicio de los años 80 sólo podían estudiar en los INEFs de Madrid y Barcelona, en el año 1990 podían hacerlo ya también en los de Andalucía (Granada), Galicia (La Coruña), Castilla y León (León), Canarias (Las Palmas), Euskadi (Vitoria-Gasteiz) y Valencia (Cheste).
Desde el año presupuestario de 1983 la alta competición y el deporte de alto rendimiento eran un capítulo específico, sometido a la planificación y el control correspondientes, en las subvenciones con que el Estado asistía a las Federaciones deportivas. Hasta en el fútbol (el deporte más reñido con la ciencia en aquella España: "El fútbol es el fútbol"), por fin, Miguel Muñoz se hizo acompañar en su labor como seleccionador de Carlos Álvarez del Villar (rara avis autor de un libro sobre "La preparación física del fútbol basada en el atletismo"). Y desde el Instituto de Ciencias del Deporte se podía hacer un seguimiento individualizado de los deportistas de élite y se puso a punto un sistema de control antidopaje a la altura de los compromisos internacionales adquiridos por España en la lucha contra la droga en el deporte.
El deporte federado español provenía del corazón mismo del régimen dictatorial, de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes que formaba parte de la Secretaría General del Movimiento Nacional, y lo mismo sucedía con el Comité Olímpico Español. Pues bien, en la década que contemplamos todo este mundo conoció un proceso de democratización convulso, en el que se dieron situaciones hasta sarcásticas, como cuando en 1984 el pleno del Comité Olímpico Español destituyó de su presidencia al Secretario de Estado de Deporte del primer gobierno de Felipe González, en una rebelión federativa al grito de "¡Fuera la política del deporte!". La rebelión estuvo encabezada por quien era miembro del COE por haber sido el último Delegado Nacional de Educación Física y Deportes y por Pablo Porta, Presidente de la Federación de Fútbol desde que lo nombrara Herrero Tejedor y que no podría repetir en su cargo por efecto del que se dio en llamar "decreto anti-Porta".  Como resultado de aquel proceso, sin duda democrático, tendente a liberar al deporte de la política, salió elegido presidente del COE el nada apolítico Don Alfonso de Borbón, Duque de Cádiz. Pero, más allá de las anécdotas, las estructuras federativas emprendieron un proceso de democratización innegable: deportistas, técnicos, árbitros, clubes de cualquier categoría tenían ya en sus respectivas asambleas generales una voz y una capacidad de decisión que antes no habían conocido. Y en este capítulo fue muy importante también la creación de las Ligas Profesionales (empezando por la de Fútbol), llamadas a gestionar sindicadamente los intereses organizativos y económicos, a veces extraordinariamente importantes, de los clubes asociados. Liberando así a las correspondientes Federaciones para poder dedicarse más de lleno al fomento, a la formación y a la organización de  la competición aficionada, así como a la presencia de su deporte a nivel internacional.
La celebración de los Juegos Olímpicos en Barcelona constituyó, quién lo dudaría, un acontecimiento del todo singular. Pero no surgió como por ensalmo ni fue la eclosión impresionante de un fervor concitado en virtud de la magia de unas cuantas personalidades.  Cuando en octubre de 1986 Barcelona fue elegida sede de los Juegos del 92, las bondades de su candidatura habían sido detalladas y ponderadas personalmente por los responsables del CSD ante los máximos mandatarios de muchas naciones, especialmente de aquellas donde las líneas divisorias entre autoridades olímpicas y gubernativas eran más permeables: desde China y Corea del Sur a Uruguay, Argentina, Colombia, Perú, Cuba o Venezuela pasando por la URSS o la RDA Quienes asumimos esa tarea contamos siempre, es verdad, con una tarjeta de presentación indefectible e impagable: la de Juan Antonio Samaranch.
Barcelona '92, finalmente, gozó de un marco que es imprescindible conocer para entender en todo su alcance cuanto rodeó a sus Juegos y que además puede iluminar en el futuro eventuales proyectos de convivencia. Los días 22 y 23 de octubre de 1981 el PSOE celebró en Madrid su XXIX Congreso y en él se aprobó una Resolución Política que, con sus 304 páginas, era prácticamente un programa de gobierno. En esta Resolución se dedica al Deporte un amplio capítulo (el 8.3) en el que se fijan los principios-guía de política deportiva: pasar de la práctica del deporte como privilegio de pocos a su fácil acceso por parte de todos los ciudadanos; de un deporte contemplativo y alienante, elemento a veces de manipulación, a una práctica deportiva factor de liberación cultural y social, de progreso social; generalizar la educación física como componente sustantiva de todo plan de enseñanza.
El deporte concebido como servicio público y, en consecuencia, la necesaria democratización de las estructuras deportivas heredadas del franquismo: desde las estrictamente administrativas hasta las las federaciones, los clubes y otras; y la descentralización de su gestión, con especial insistencia en el papel de los ayuntamientos en la gestión del servicio deportivo en favor del ciudadano común; desvincular progresivamente los presupuestos del deporte de la recaudación de las quinielas; dotar a los centros docentes de instalaciones que permitan la práctica deportiva, procurar la especialización de profesores en los niveles de enseñanza básicos y aumentar el número de centros de rango universitario para la formación de titulados en Ciencias de la Educación Física y el Deporte:   todos estos son objetivos programáticos que se desgranan, con algunos más, en aquella Resolución de 1981.
Y al final de dicha Resolución se determina: "Es importante la celebración de grandes acontecimientos deportivos internacionales que supongan una oportunidad para mejorar la situación de los equipamientos deportivos existentes para el uso de toda la población y para divulgar la práctica de la actividad físico-deportiva.
En este contexto, y por estimar que responde al enfoque expuesto, se respalda la iniciativa de los compañeros socialistas del Ayuntamiento de Barcelona que están gestionando la posibilidad de que su ciudad sea sede de los juegos olímpicos de 1992".

De este modo, en el XXIX Congreso del PSOE,  ya en 1981 Barcelona '92 entró  a formar parte de un gran proyecto político, inicialmente del PSOE y luego, gracias al voto de la mayoría de los ciudadanos, del Gobierno de España. Fue el gran marco de un gran éxito.
Desde diciembre d1982 hasta enero de 1987 yo ocupé el cargo de Director General del Consejo Superior de Deportes