lunes, 27 de febrero de 2023

García Page y el nobel Canetti

 

 

Este sábado 25 el PSOE de CLM (su ejecutiva) me informó por whatsapp de que "Page volverá a ser el candidato del PSOE a la presidencia de Castilla-La Mancha". En el vídeo que luego recuperé en las redes, con la soltura y hasta el desparpajo que le son característicos, el compañero Emiliano comunica, dirigiéndose a Monse (la alcaldesa de Cañete adonde ha llegado de visita), lo siguiente:

"Hoy a primera hora, antes del salir, he firmado un documento aceptando ser de nuevo el candidato por mi partido para repetir en Castilla-La Mancha (aplausos)."

Y comenta a continuación: "Esto es algo que para algunos puede tener importancia, para otros no; pero tengo claro que este paso en mi vida, lo doy fundamentalmente por dos razones". 

Con el alma en vilo, me dispongo a conocer, si no todas, por lo menos las dos razones fundamentales de tan importante decisión. 

Empieza la enumeración: "La primera, porque mi partido me permite, acepta, asume que para mí esté muy por delante del propio partido y de todos los partidos juntos, que esté muy por delante, Castilla-La Mancha, y que por supuesto esté muy por delante España (aplausos)."

Emiliano se esfuerza en dejar bien clara esta primera razón: "Eso me importa mucho más que todo lo demás. Si no lo aceptaran, yo nunca sería candidato; si no se aceptara, yo nunca sería candidato porque no podría, no podría quedar bien con las dos cosas que me importan en la vida: mis ideas y mi país. Esto es elemental."

Se ve que esa razón, la primera, es tan fundamental, que ya no necesita Emiliano decir cuál es la segunda, dado que, por ir al grano, su partido le "permite, acepta y asume" que, para él, "muy por delante" de todos los partidos, incluido el propio PSOE, está Castilla-La Mancha y por supuesto España, de modo que, si no lo "aceptaran", si no "se aceptara", Emiliano "nunca sería candidato".

 ¿Por qué? Muy sencillo: porque ello "no quedaría bien con las dos cosas que me importan en la vida". De nuevo un binomio, que esta vez Emiliano sí enumera el detalle: las dos cosas que le importan son "mis ideas y mi país".

Al final Emiliano García Page me deja inquieto porque, aunque sí ha hablado de Castilla-La Mancha y España, y se entiende fácilmente que ambas son su país, ha señalado solamente una idea: la que se refiere a que ese su país "está muy por delante" de los partidos.

No pude evitar la tentación. Para ver de dónde podrían haber llegado, y quiénes serían, los que no hubieran permitido, aceptado y asumido sus prioridades, me fui al documento más plagado de ideas en la vida del PSOE: el de las Resoluciones del 40 Congreso, de 15/16/17 OCT 2021. Son ni más ni menos que 490 páginas dedicadas, todas ellas, a ideas: a los problemas, las aspiraciones y las posibles vías de solución en favor de las personas que conforman el país de Emiliano García Page, es decir España y por supuesto Castilla-La Mancha.

O sea, país e ideas.

En medio de estas consideraciones reparé en que el acto donde Emiliano anunciaba tal decisión se estaba celebrando en Cañete. Este topónimo da origen al apellido del nobel de Literatura Elías Canetti, autor, entre otras obras, de la autobiográfica La palabra absuelta y del macroensayo político Masa y poder. Búlgaro, nacido en la preciosa ciudad danubiana de Ruse, donde pasó la infancia, era familiar por vía paterna de judíos sefarditas a los que la cerrazón neonacionalista de los Reyes Católicos había obligado a abandonar la baja serranía conquense con el solo equipaje de la lengua, el ladino, y la huella de su pueblo, Cañete, en el apellido familiar (italianizado) Canetti. Su producción literaria es alemana, y murió en Zúrich, después de haber vivido sobre todo en Viena y Londres. Un habitante del mundo, habría que decir. 

No sé si lo hizo en la parte no grabada de su discurso, pero García Page tuvo una buena ocasión para comentar, al hilo de la peripecia vital de Elías Cañete, los peligros de una España ensimismada, y apostar expresamente por el propósito que los españoles  tenemos formulado en el Preámbulo de la Constitución: 

"Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones."

Me resultó consolador que la alcaldesa en la que Emiliano García Page personificó el auditorio de su confesión pública, una mujer del PSOE y, a juzgar por los votos, bien valorada por sus vecinos, llevara el nombre descaradamente catalán de Monserrat.